El "solitario
Jorge", la última tortuga gigante de la especie "Chelonoidis
Abingdoni", fallecido el domingo en Islas Galápagos, murió de viejo tras
haber vivido más de un siglo, según los resultados de la necropsia divulgados
hoy.
"La conclusión
es que la muerte fue por causa natural, probablemente producida por
envejecimiento", informó la Dirección del Parque Nacional Galápagos
(DPNG).
Durante tres horas
dos biólogos y una veterinaria examinaron este lunes su cuerpo y tomaron muestras
de sus órganos y tejidos para su análisis en laboratorio, con la presencia de
un fiscal del medio ambiente.
La única anomalía que
encontraron fue que su hígado mostraba "una coloración fuera de lo normal,
presumiblemente propio de la edad", de acuerdo con la DPNG.
Con su muerte se
reducen a diez las especies de tortugas terrestres de las Islas Galápagos, que
recibieron su nombre precisamente por la presencia de esos animales.
Jorge, que era un
icono del archipiélago, apareció muerto el domingo en su corral del centro de
crianza de tortugas gigantes en Puerto Ayora, en la isla Santa Cruz.
Su cuerpo será
embalsamado y ocupará un lugar de honor en un museo o centro de interpretación
dedicado a las tortugas terrestres que llevará su nombre.
Fausto Llerena, un
guardia del parque que cuidó a "Jorge" en los últimos 40 años, dijo a
Efe que el museo será construido en un lugar conocido como La Casona, en la
Isla Santa Cruz, donde tiene la sede la DNPG.
Llerena ha estado
junto a "Jorge" desde 1971, cuando participó en la expedición por la
isla Pinta en la que se encontró al solitario quelonio, cuando se creía que las
tortugas de esa isla estaban extintas.
Al año siguiente fue
trasladado al Centro de Reproducción y Crianza de Tortugas Terrestres de la
isla Santa Cruz, donde los biólogos intentaron que se reprodujera, pero sin
resultados.
Inicialmente
compartió el corral con dos hembras de la especie "Chelonoidis
Becky", de volcán Wolf en la isla Isabela, la más grande del archipiélago,
con las que tras 15 años de convivencia copuló y las hembras pusieron en total
16 huevos, que no germinaron.
Otros estudios
genéticos determinaron que una especie más cercana a la suya era la de isla
Española, por lo que desde hace dos años se pusieron dos hembras en su
corral.
Ellas están en
periodo de desove y por ello se mantendrán en el corral durante algunos meses
para ver si alguno de los huevos llegara a germinar, dijo Llerena.
Las islas Galápagos,
situadas a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador
son consideradas un laboratorio natural por su aislamiento y el alto endemismo
de sus especies, que permitió al científico inglés Charles Darwin idear su
teoría de la evolución de los seres vivos.
El archipiélago fue
declarado en 1978 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Por: La Hora
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